sábado, 11 de abril de 2009

El flaco Zabalo queda para siempre entre todos
La idea partió de José María Brunini. La idea fue potenciada por Mario Macri. Y agradecida por todos quienes lo conocieron, por todos quienes lo vieron en el escenario, por todos quienes lo recuerdan. Juan Bosco Zabalo —el flaco— recibi un regalo de cumpleaños que no pudo apreciar, pero eso tiene de bueno la vida de las buenas personas, queda viva en la muerte. Y la memoria colectiva de Paysandú le tributó un homenaje en el día en que habría cumplido 55 años.
En la plaza de música del Mac Center Shopping, ahora denominada Juan Bosco Zabalo estuvieron todos. Sus compaeros Iracundos —claro, el flaco fue uno de los fundadores del gran grupo sanducero—, los fans de toda la vida, José María, Beto Dione, Jorge Bartaburú, Dora, su madre. En fin. Todos.
Beto Dione contó a su manera algunos trozos de vida de Zabalo. Resaltó su forma de ser, su sentido de la solidaridad, un accidente carretero en el que salvó su vida aunque recibiera graves heridas. Trozos de una vida que a través de Los Iracundos ha quedado viva en la memoria colectiva de la ciudad. Dora, su madre, y Ada Macri, representando a Mac Center Shopping (Mario Macri estaba en el exterior), descubrieron la placa.
Despus doña Dora agradeció el apoyo de toda la ciudad para este homenaje, especialmente a Brunini. No quiso recordar a Zabalo con tristeza. Después de todo, era el da de su cumpleaños. Un estruendoso aplauso saludó la fecha, saludó la oportunidad del homenaje.
Entonces Los Iracundos brindaron un recital más. En la plaza de su amigo, de su hermano. Zabalo no es el único que se ha ido, ya se sabe. Pero lo importante es que el grupo permanece. Lo importante es que la música, la de Eduardo, la de Juan Bosco, la de los otros —de Leoni y Bebe también, claro— sigue viva.
Como vivos siguen todos. Algunos deleitando con las canciones, con la fuerza de Los Iracundos. Otros, desde el alma.

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